Carlos Rubio
Me centro en los aspectos más humanos y sensibles de la personas, tratando de ofrecer un acompañamiento personalizado. Estoy especializado en la comunidad LGTBI, especialmente en hombres gais. Mi infancia marcada por el apoyo a otros, junto con mi formación y experiencias personales, me han llevado a encontrar mi verdadera vocación en la psicoterapia, comprometiéndome a marcar la diferencia.
Carlos Rubio
Me centro en los aspectos más humanos y sensibles de la personas, tratando de ofrecer un acompañamiento personalizado. Estoy especializado en la comunidad LGTBI, especialmente en hombres gais. Mi infancia marcada por el apoyo a otros, junto con mi formación y experiencias personales, me han llevado a encontrar mi verdadera vocación en la psicoterapia, comprometiéndome a marcar la diferencia.
ESTA ES MI HISTORIA
Siendo apenas un niño empecé a ser consciente de que en mis relaciones familiares cuidaba de aquellos que a mi parecer necesitaban apoyo. En muchas circunstancias cotidianas, me convertí en mediador cuando había conflictos o desacuerdos entre las personas que por aquellos años eran el centro de mi universo.
Estas experiencias, con el tiempo se consolidaron como un rasgo de mi personalidad y en la adolescencia me convertí en el confidente y consejero de mis amigos más cercanos. Aunque reconocía la vocación natural que tenía para escuchar a las personas de mi entorno, aún me cuestionaba si en realidad quería dedicar mi vida a ello.
Decidí entonces estudiar Comunicación Audiovisual como tenía previsto. Además, un buen comunicador también debe saber escuchar, y sobre todo, conoce el poder ilimitado que tienen las palabras.
Durante ese recorrido y siguiendo los consejos de mi madre, la mujer a quién le debo en gran parte ser quien soy, conocí a una de mis guías personales y profesionales, Carmen Boó. Gracias a ella durante sus clases y sesiones individuales – porque puedo decir abiertamente que soy terapeuta y he ido a terapia – alcancé un nivel de madurez emocional que me permitió liberarme de muchas presiones morales y sociales que me impedían aceptarme como un hombre gay.
Llegó el momento de no solo ser bueno para escuchar a los demás, sino también de escucharme a mí mismo.
Otro aspecto fundamental que me ha inquietado desde que era un niño es la muerte. Cuando tenía siete años murieron varias personas de mi entorno, hecho que provocó que me cuestionara lo efímero de nuestra existencia.
Además, fui consciente de que mis padres eran más mayores que los de mis compañeros y sentí temor al pensar que podría perderlos pronto.
Ese temor a la muerte se mantuvo latente hasta que siendo un adulto me dediqué entre libros y referentes de la psicología y la filosofía a tratar de comprender la razón de nuestra existencia. Fue en esta búsqueda donde encontré otra de mis fuentes de inspiración profesional, Manel Villegas, quien también ha sido mi docente, terapeuta, y actualmente supervisor, con quien continúo un proceso de reflexión y formación constante para dar lo mejor de mí a todos mis pacientes.
También he aprovechado mis experiencias personales, mi trabajo como psicólogo voluntario en una ONG LGBTI+ y la formación específica en Intervención de la Diversidad Sexual y de Género (DSG), para ayudar a otras personas y parejas a mejorar su calidad de vida.
Finalmente, con estas líneas he querido que conozcáis una persona sensible y auténtica que busca marcar la diferencia como terapeuta, y a la vez, tratar de desmitificar que si eres psicólogo deberías tener una “vida perfecta”. Alguien que después de haber recorrido otros caminos y que al embarcarse en su búsqueda personal, finalmente llegó a buen puerto y encontró en la psicoterapia su verdadera vocación para la vida.
ESTA ES MI HISTORIA
Siendo apenas un niño empecé a ser consciente de que en mis relaciones familiares cuidaba de aquellos que a mi parecer necesitaban apoyo. En muchas circunstancias cotidianas, me convertí en mediador cuando había conflictos o desacuerdos entre las personas que por aquellos años eran el centro de mi universo.
Estas experiencias, con el tiempo se consolidaron como un rasgo de mi personalidad y en la adolescencia me convertí en el confidente y consejero de mis amigos más cercanos. Aunque reconocía la vocación natural que tenía para escuchar a las personas de mi entorno, aún me cuestionaba si en realidad quería dedicar mi vida a ello.
Decidí entonces estudiar Comunicación Audiovisual como tenía previsto. Además, un buen comunicador también debe saber escuchar, y sobre todo, conoce el poder ilimitado que tienen las palabras.
Durante ese recorrido y siguiendo los consejos de mi madre, la mujer a quién le debo en gran parte ser quien soy, conocí a una de mis guías personales y profesionales, Carmen Boó. Gracias a ella durante sus clases y sesiones individuales – porque puedo decir abiertamente que soy terapeuta y he ido a terapia – alcancé un nivel de madurez emocional que me permitió liberarme de muchas presiones morales y sociales que me impedían aceptarme como un hombre gay.
Llegó el momento de no solo ser bueno para escuchar a los demás, sino también de escucharme a mí mismo.
Otro aspecto fundamental que me ha inquietado desde que era un niño es la muerte. Cuando tenía siete años murieron varias personas de mi entorno, hecho que provocó que me cuestionara lo efímero de nuestra existencia.
Además, fui consciente de que mis padres eran más mayores que los de mis compañeros y sentí temor al pensar que podría perderlos pronto.
Ese temor a la muerte se mantuvo latente hasta que siendo un adulto me dediqué entre libros y referentes de la psicología y la filosofía a tratar de comprender la razón de nuestra existencia. Fue en esta búsqueda donde encontré otra de mis fuentes de inspiración profesional, Manel Villegas, quien también ha sido mi docente, terapeuta, y actualmente supervisor, con quien continúo un proceso de reflexión y formación constante para dar lo mejor de mí a todos mis pacientes.
También he aprovechado mis experiencias personales, mi trabajo como psicólogo voluntario en una ONG LGBTI+ y la formación específica en Intervención de la Diversidad Sexual y de Género (DSG), para ayudar a otras personas y parejas a mejorar su calidad de vida.
Finalmente, con estas líneas he querido que conozcáis una persona sensible y auténtica que busca marcar la diferencia como terapeuta, y a la vez, tratar de desmitificar que si eres psicólogo deberías tener una “vida perfecta”. Alguien que después de haber recorrido otros caminos y que al embarcarse en su búsqueda personal, finalmente llegó a buen puerto y encontró en la psicoterapia su verdadera vocación para la vida.
Mi trayectoria profesional
Psicólogo General Sanitario.
-
Colegiado nº24.996 en el COPC.
- Máster en Psicología General Sanitaria.
-
Formado en Psicología Afirmativa Gay por Gabriel J. Martín, e Intervención con
Diversidad Sexual y de Género (COP MADRID).
- Formado en Terapia Sexual y de pareja/otros vínculos en FUNDACIÓN SEXPOL.
-
Terapeuta Familiar Sistémico, especialista en Terapia de Pareja (Hospital de Sant
Pau, UAB).
-
Postgrado en Terapia Cognitivo-social, dirigido por Guillem Feixas y Manel Villegas
(UB).
-
Formado en duelo y pérdidas a cargo de Carmen Boó.
-
Formado en Teoría del Desarrollo Moral a cargo de Manel Villegas.
-
Masaje terapéutico.
Mi trayectoria profesional
Psicólogo General Sanitario.
-
Colegiado nº24.996 en el COPC.
-
Formado en Psicología Afirmativa Gay por Gabriel J. Martín, e Intervención con
Diversidad Sexual y de Género (COP MADRID).
-
Terapeuta Familiar Sistémico, especialista en Terapia de Pareja (Hospital de Sant
Pau, UAB).
-
Postgrado en Terapia Cognitivo-social, dirigido por Guillem Feixas y Manel Villegas
(UB).
-
Formado en duelo y pérdidas a cargo de Carmen Boó.
-
Formado en Teoria del Desarrollo Moral a cargo de Manel Villegas.
-
Masaje terapéutico.